Aprende estas 9 Estrategias de Comunicación efectivas para facilitar y mejorar las conversaciones entre las partes involucradas en un proceso de Mediación Familiar.
En el post de hoy vamos a reflexionar sobre los diversos conflictos que pueden surgir ligados a la comunicación en el ámbito de la Mediación Familiar. Sin embargo, antes de profundizar en ello, primero vamos a explicar una serie de aspectos útiles para todas aquellas personas interesadas en la mediación como método para la resolución de conflictos.
Contenido:
¿Ante qué conflictos familiares podemos intervenir?
¿Cuáles son las áreas de actuación profesional de un/a Mediador/a Familiar?
La comunicación en el ámbito de la Mediación Familiar
La información se entiende de forma diferente según la oreja que la escuche.
La persona mediadora debe observar con los ojos y con el corazón.
9 Estrategias de comunicación que puedes aplicar en un proceso de Mediación Familiar
¿Ante qué conflictos familiares podemos intervenir?
Las y los profesionales de la Mediación Familiar intervenimos en aquellos conflictos que surgen en el seno de la familia. Es por esto que debemos tener en cuenta las estrategias de comunicación en este ámbito.
Estos pueden estar relacionados con:
- Conflictos que emergen en las relaciones de pareja: Problemas de comunicación, situaciones de divorcio o separación, convenios de regulación de separación conyugal/matrimonial, etc.
- Disputas entre padres e hijos/as: Discrepancias con hijos/as adolescentes o jóvenes adultos que prolongan la dependencia de los padres, problemas de comunicación o disciplina que afectan a la convivencia familiar, etc.
- Disputas entre hermanos/as: Por sobreprotección familiar, malentendidos, celos, falta de comunicación, etc.
- Conflictos vinculados a la Tercera Edad: Derivados de motivos como las herencias, malas relaciones entre padres y abuelos, situaciones de dependencia, etc.
¿Cuáles son las áreas de actuación profesional de un/a Mediador/a Familiar?
Nuestra actuación profesional como Mediador/a Familiar puede desarrollarse en:
- Puntos de encuentro familiar
- Centros de acogida y servicios de orientación familiar
- Ejercicio profesional en gabinetes privados
- Área de Servicios Sociales dentro de diversos organismos públicos
La comunicación en el ámbito de la Mediación Familiar
Ahora, nos gustaría profundizar en un aspecto clave en todo proceso de mediación y, en general, en cualquier relación humana: LA COMUNICACIÓN.
La comunicación es una vía fundamental para llegar al entendimiento entre las diferentes partes involucradas en un conflicto. Con ella, buscamos conocer diferentes puntos de vista, opiniones, percepciones, sensaciones, emociones, etc. Para esto, las estrategias de comunicación en mediación son vitales.
Sin embargo, en ocasiones, el conflicto puede surgir de algo más simple, de una “distorsión del mensaje”.
¡Profundicemos en ello!
A veces, queremos transmitir nuestros pensamientos o sentimientos, pero la forma en la que lo hacemos no es la adecuada. Por ejemplo, cuando se grita, se aporta un matiz recriminatorio, se adopta una postura corporal muy rígida y el mensaje puede ser tergiversado.
A continuación, os presentamos la teoría que el psicólogo Friedemann Schulz ha desarrollado en relación a esta cuestión. El enfoque teórico de este científico de la comunicación es muy sencillo de comprender por medio de unos cuantos ejemplos que os exponemos a continuación.
La información se entiende de forma diferente según la oreja que la escuche.
Por lo tanto, Friedemann Schulz nos presenta “cuatro orejas”, a través de un ejemplo muy claro: “Habrá que limpiar la casa.”
- Oreja del CONTENIDO (HECHOS): Entiende el mensaje de forma literal, es decir, capta la información exacta que contiene un mensaje. Por ejemplo: “La casa está sucia, tenemos que limpiarla.”
- Oreja de LLAMAMIENTO (APELACIÓN): Entiende la parte que deseamos transmitir con el mensaje, es decir, cómo tiene que actuar la persona que recibe el mensaje, como una demanda para este. Esta oreja, lo que entiende es: “¡Límpiala!”
- Oreja de AUTOEXPRESIÓN (AUTOMANIFESTACIÓN): Capta información sobre la persona que emite el mensaje: intereses, motivaciones, deseos o necesidades. Por ejemplo: “Quiero que la limpiemos.”
- Oreja de RELACIÓN (RELACIÓN HUMANA): Atiende al tipo de relación personal entre el emisor y el receptor, desde un plano superior, igual o inferior. Por ejemplo: “Quiero que tú la limpies.”
En un conflicto, la oreja del llamamiento nos invita a hacer algo; la oreja de relación critica a nuestra persona y domina la comunicación; y la oreja de contenido, ayuda a controlar el conflicto.
Un conflicto familiar, comienza, muchas veces, con un malentendido en la comunicación, es justamente para esto que se crearon las estrategias de comunicación.
La persona mediadora debe observar con los ojos y con el corazón.
Pero… ¿Cómo hacemos esto?
- Debemos ser un/a buen/a comunicador/a, saber escuchar de forma activa y saber decir la palabra adecuada en cada momento, habiendo analizado previamente la situación que tenemos encima de la mesa.
- Debemos trasmitir paz y tranquilidad, evitando trasladar nuestros posibles nervios a las partes implicadas en el conflicto.
- Debemos ser una persona paciente, reflexiva y coherente. Es fundamental que neutralicemos ciertas sensaciones, emociones, etc. y, por supuesto, transmitir una absoluta confianza a las partes involucradas en el conflicto.
- Debemos conocer nuestros principios fundamentales como profesionales de la Mediación Familiar: en qué casos no vamos a mediar nunca, qué aspectos no admitiría en una mediación, cuáles son los límites que debo establecer, etc. En resumen, debemos conocernos a nosotros/as mismos/as y definir nuestros límites antes de iniciar un proceso de mediación.
- Debemos adaptar nuestro lenguaje a las particularidades de las personas con las que vamos a mediar, así como adoptar una actitud receptiva, sensible y creativa.
- Debemos mostrarnos amables y respetuosos con las partes implicadas, favoreciendo un clima cómodo y distendido.
- Debemos responsabilizarnos, en todo momento, de nuestros actos.
Ahora, ¡vamos a ponerlo todo en práctica!
9 estrategias de comunicación que puedes aplicar en un proceso de Mediación Familiar
A continuación, os mostramos diferentes frases escuchadas con frecuencia en distintos casos de Mediación Familiar. Además, os explicaremos cómo podríamos abordarlas por medio de diferentes estrategias de comunicación.
1. “Su madre lo tiene dominado, mi marido no tiene personalidad. Hace cosas como irse de madrugada a la casa de su madre para asearla”.
Técnica del reencuadre: Tu marido demuestra una gran sensibilidad hacia su madre, pero entendiendo que, en este caso, manifiestes tu incomodidad debido a la hora tardía.
2. “Parece mentira que con el cuerpo que tiene mi hija, que ya es una mujer, todavía tiene una actitud muy infantil. ¡Y es que ya son 13 años los que tiene! Su hermana con 13 años era mucho más responsable”.
Técnica de la re-contextualización: Tu hija está en una etapa de transición en la que poco a poco irá desarrollando una actitud más madura. La adolescencia es ese paso de la niñez a la adultez y no todas las personas la transitan al mismo ritmo.
3. “Yo no puedo recoger a los niños del colegio porque salgo tarde de trabajar. Aunque, realmente, después tengo toda la tarde libre. Él tampoco puede porque, aunque el colegio está cerca de él, trabaja por la mañana y por la tarde. Sale sobre las 18:00h., así que tampoco va a llevarse a los niños al trabajo hasta que yo llegue”.
Técnica del resumen: Si no he entendido mal, ambos tenéis dificultades para recoger a vuestros hijos del colegio. Este es un tema importante que tendremos que abordar.
4. “Mi hijo es raro, está todo el día con el móvil y es algo que no entiendo. Nosotros sólo cogemos el móvil cuando tenemos que llamar a alguien o recibimos una llamada, pero él está todo el tiempo con el móvil en Internet, en las redes sociales… Yo creo que es adicto o algo así, o se va a volver loco”.
Técnica de la normalización: Hay que valorar que estamos hablando de otra generación y que, hoy en día, es habitual hacer uso de las nuevas tecnologías como una herramienta más, tanto a nivel social como a nivel educativo y/o profesional. Es muy habitual que acudan a mediación familias con hijos/as adolescentes donde el conflicto principal es el uso excesivo o inadecuado de estos dispositivos. Si es ese vuestro caso y esto os genera malestar, podemos tratar este tema para que acordéis algunas normas de uso en casa.
5. “Para ti siempre hay algo más importante que hacer que estar con tus hijos. ¿Qué pasa? ¿Ya tienes novio? Porque yo quiero estar todo el tiempo posible con mis hijos, sólo que tú siempre me fastidias los planes”.
Técnica de la despersonalización: El desencuentro que veo es en relación a los horarios de visita y el tiempo que pasáis con vuestros hijos. ¿Os parece que profundicemos en ello?
6. “Él no se responsabiliza de nada, no ayuda. A él le da todo igual, es de lo peor. Yo estoy sola en esta batalla con los niños y no tengo a nadie en el que apoyarme porque él es un irresponsable”.
Técnica del parafraseo: Tú consideras que él podría haberte ayudado más y te gustaría poder recibir más apoyo por su parte en relación al cuidado de vuestros hijos.
7. “Esto es un desastre, no hay forma de entenderse con ella, es una negada para negociar. Ella deja que nuestros hijos hagan cualquier cosa porque dice que quiere que sean libres y que aprendan, pero no percibe el peligro y yo tengo que estar todo el tiempo poniendo normas. Siempre soy el malo de la película”.
Lenguaje neutral: Es evidente que tenéis distinta forma de abordar la educación de vuestros hijos, pero ambos queréis lo mejor para ellos, por eso estáis aquí.
8. “Yo quiero que salga, pero vuelve muy tarde y pueden pasar muchas cosas. Es muy arriesgado que salga porque vive lejos y va en coche, yo me fío de él, pero no de los demás”.
Escucha activa: Entiendo que lo que más te preocupa es que tenga un accidente.
9. “Yo voy a cumplir lo que he dicho, pero ya te digo que no va a funcionar (dice que sí, pero mueve la cabeza de forma negativa y se cruza de brazos)”.
Atención y observación: Dices que sí, pero no te veo muy convencida: ¿Qué es lo que te preocupa?
Te invitamos a que tú, en tu propio día a día, en las conversaciones con las personas que forman parte de tu entorno, te pares a pensar sobre estas típicas frases que tanto solemos escuchar y valorar cuál puede ser el origen del conflicto para entender mejor las estrategias que te proponemos.
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