La migración ha sido y sigue siendo una parte importante de la historia e identidad de España. La llegada de personas de diversas partes del mundo ha enriquecido nuestra sociedad, pero también ha presentado importantes retos en términos de integración y convivencia.
En las últimas décadas, hemos observado un notable incremento en la llegada de migrantes (así lo indica el INE), lo cual plantea desafíos, desde barreras culturales y lingüísticas hasta problemas legales y cuestiones de derechos humanos. La migración no solo implica el desplazamiento físico de un lugar a otro, sino también un profundo proceso de adaptación y transformación tanto personal como comunitaria.
Los/as profesionales de la intervención social juegan un papel determinante en este proceso, trabajando para facilitar la integración de las personas migrantes y garantizando su acceso a derechos y servicios básicos.
Sin embargo, su labor se ve obstaculizada por múltiples factores. Las barreras culturales y lingüísticas dificultan la comunicación efectiva y la comprensión mutua, creando obstáculos para la prestación de servicios y la construcción de relaciones de confianza. Además, los problemas legales y las incertidumbres añaden una capa adicional de complejidad, dejando a muchos/as migrantes en una situación de vulnerabilidad extrema.
A estos problemas se suma el impacto psicológico y emocional de la migración. Estas personas a menudo enfrentan altos niveles de estrés, ansiedad y trauma, tanto por las experiencias en sus países de origen como por lo que conlleva el proceso de adaptación en sí. La discriminación, la exclusión social y la falta de redes de apoyo agravan aún más estos problemas, afectando negativamente su bienestar general y su capacidad para integrarse plenamente en la sociedad.
En este blog hablaremos de estos aspectos que influyen y se presentan en el movimiento migratorio:
- Barreras culturales y lingüísticas en la intervención social.
- Problemas legales y derechos humanos de los migrantes.
- Impacto psicológico y emocional de la migración.
Barreras Culturales y Lingüísticas en la Intervención Social
Las personas migrantes provienen de entornos culturales muy variados, con sistemas de valores y normas sociales que pueden estar muy alejados de los nuestros. Por ejemplo, las percepciones sobre el rol de la familia, el género, y la autoridad pueden variar, afectando la manera en que los migrantes interactúan con las instituciones y los/as profesionales de la intervención social.
Una diferencia notable es el caso de las prácticas religiosas. Éstas pueden influir en aspectos como la alimentación, la vestimenta y los horarios, lo que puede generar desafíos en entornos como escuelas, hospitales y lugares de trabajo.
Otro factor muy importante es la diversidad lingüística. Las barreras idiomáticas pueden impedir la comunicación clara y efectiva, llevando a malentendidos y errores en la prestación de servicios.
Muchos/as migrantes llegan a España sin un conocimiento adecuado del español, lo que les dificulta comunicarse con los profesionales de servicios sociales, médicos e incluso en los trámites de los procedimientos burocráticos (muchas veces, resulta complejo incluso hablando el mismo idioma). Esto puede llevar a la exclusión y a una mayor vulnerabilidad. Y, aunque existen servicios de traducción y mediación lingüística, a menudo no son suficientes para cubrir todas las necesidades. La falta de intérpretes capacitados y la presión por atender a un gran número de personas pueden resultar en una comunicación ineficaz.
Para abordar estas barreras, es importante trabajar en llevar a cabo estrategias específicas que promuevan la inclusión y la comprensión intercultural. Pero, ¿Cómo podemos implementar estas estrategias? Aquí te dejamos algunos ejemplos útiles:
- Formación continua para los/as profesionales de la intervención social en competencias interculturales y sensibilización sobre las diferentes culturas y lenguas de los migrantes.
- Aumentar la disponibilidad y accesibilidad de servicios de traducción e intérpretes cualificados para facilitar la comunicación en situaciones críticas.
- Implementar programas de aprendizaje del español adaptados, incluyendo clases de español para adultos/as y apoyo lingüístico en escuelas.
- Fomentar la participación activa de las comunidades migrantes en la creación y evaluación de políticas y programas de intervención social, asegurando que sus necesidades y perspectivas sean consideradas.
Derechos Humanos de los Migrantes en el Contexto de España
Otro obstáculo que se encuentran las personas migrantes son los asociados a problemas legales y cuestiones de derechos humanos. Estos desafíos son complejos e incluyen cuestiones relacionadas con el estatus legal, el acceso a servicios y la protección de los derechos fundamentales.
Los problemas legales que enfrentan los migrantes en España son numerosos y pueden tener un impacto significativo en su capacidad para integrarse y prosperar en el país.
Uno de los principales problemas legales es la obtención y regularización del estatus migratorio. Muchos migrantes llegan a España sin documentos, lo que los coloca en una situación de irregularidad que les impide acceder a derechos y servicios básicos. El proceso de regularización puede ser largo, complicado y costoso, dejando a muchos en una situación de vulnerabilidad.
Los/as migrantes en situación irregular están en riesgo constante de ser detenidos/as y deportados/as. Las políticas de control migratorio pueden llevar a la detención en centros de internamiento de extranjeros (CIE), donde las condiciones a menudo son criticadas por organizaciones de derechos humanos. La deportación forzosa puede separar familias y causar traumas adicionales.
La falta de acceso a asistencia jurídica adecuada es otro problema significativo. Muchos migrantes no pueden permitirse un/a abogado/a y desconocen sus derechos legales y los recursos disponibles. Esto puede resultar en la explotación laboral, abuso y la pérdida de derechos básicos sin una adecuada defensa legal.
También, a menudo se enfrentan procedimientos burocráticos complejos y una administración lenta. La barrera del idioma y la falta de familiaridad con el sistema legal español agravan estos problemas, dificultando la obtención de permisos de residencia y trabajo, y el acceso a servicios esenciales.
La protección de los derechos humanos de los migrantes es fundamental para asegurar su dignidad y bienestar. Sin embargo, en España, los migrantes a menudo se enfrentan a violaciones de sus derechos humanos, incluyendo:
- Discriminación y xenofobia: A pesar de los esfuerzos para promover la integración, frecuentemente enfrentan discriminación y actitudes xenófobas. Esto puede manifestarse en el acceso a la vivienda, el empleo, la educación y otros servicios, perpetuando la exclusión social y la marginalización.
- Derecho a la salud: Aunque España tiene un sistema de salud público accesible, los/as migrantes en situación irregular a veces encuentran barreras para acceder a servicios médicos. Esto puede deberse a la falta de información, miedo a ser denunciados o discriminación en los centros de salud.
- Condiciones laborales: Muchas veces trabajan en sectores precarizados con condiciones laborales explotadoras. Esto incluye salarios bajos, largas jornadas laborales y falta de protección social. Los/as migrantes en situación irregular están particularmente expuestos a abusos, ya que su estatus legal les impide denunciar violaciones sin riesgo de deportación.
- Protección Internacional y asilo: La saturación del sistema de asilo y la lentitud en el procesamiento de las solicitudes dejan a muchas personas en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad prolongada.
Impacto Psicológico y Emocional de la Migración
La migración es un proceso que, además de implicar un cambio físico de un país a otro, trae consigo profundos efectos psicológicos y emocionales en las personas. La migración a menudo implica la separación de familiares, amigos/as y la comunidad de origen, lo que puede generar sentimientos de soledad, nostalgia y duelo. La necesidad de adaptarse a una nueva cultura puede llevar a una crisis de identidad, ya que los migrantes luchan por mantener su identidad cultural mientras intentan integrarse en la sociedad. La falta de un estatus legal claro o la amenaza constante de deportación pueden generar altos niveles de estrés y ansiedad.
Las dificultades para encontrar empleo, vivienda adecuada y acceso a servicios básicos contribuyen al estrés económico, agravando el malestar psicológico. La experiencia de discriminación y actitudes xenófobas puede llevar a sentimientos de rechazo, baja autoestima y aislamiento social. Además, la dificultad para comunicarse en español puede limitar las oportunidades de los migrantes y contribuir a la sensación de impotencia y frustración.
Muchos migrantes han huido de situaciones de violencia, conflicto o persecución en sus países de origen, llevando consigo traumas que requieren atención psicológica.
Todo esto puede provocar consecuencias psicológicas y emocionales como:
- Trastornos de salud mental: Los sentimientos de pérdida, incertidumbre y discriminación pueden conducir a trastornos depresivos y de ansiedad. Los migrantes que han experimentado violencia o persecución pueden desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT), caracterizado por flashbacks, pesadillas y una sensación constante de peligro.
- Aislamiento social: La falta de redes de apoyo y la dificultad para integrarse en la comunidad local pueden llevar al aislamiento social y la soledad. La reunificación familiar a menudo presenta desafíos, ya que los roles y dinámicas familiares pueden cambiar significativamente, generando conflictos y tensiones.
- Menores migrantes: Los menores enfrentan desafíos adicionales en el sistema educativo, incluyendo barreras lingüísticas y acoso escolar, lo que afecta su rendimiento académico y bienestar emocional. Los jóvenes pueden luchar por equilibrar las expectativas culturales de sus familias con las de la sociedad española, generando confusión y conflictos de identidad.
Como puedes ver, la migración trae consigo muchos retos y particularidades, que hacen que las personas que trabajamos para mejorar las vivencias y el proceso migratorio de las personas tengamos que estar muy formadas e informadas.
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