Descubre el poder de la mediación intercultural y construye puentes de entendimiento en un mundo diverso.
“Llegué al taller de empleo sobre mediación intercultural. Allí, se me movió todo.”
Tsura. Mujer de etnia gitana, 38 años. Divorciada, con tres hijos. Formación en Mediación Intercultural. Trabaja en una ONG. Tsura decidió escribir un relato autobiográfico en el cual investiga las claves del diálogo, la mediación, la emancipación y la resiliencia: “La voz de Tsura”.
Voces como la de Tsura, modulan la realidad de lo que hoy conocemos como Mediación Intercultural. Seguramente te estés preguntando: “¿Qué sintió Tsura aquel día que llegó al taller de Mediación Intercultural?”. Además de leer su relato, si te apetece, también puedes adentrarte con nosotras en el camino de la Mediación Intercultural y descubrir cómo te puedes convertir en Mediador/a Intercultural. ¿Nos ponemos en marcha?
Contenido:
1. La relación entre Cultura y Mediación
2. ¿Qué puedes aportar siendo Mediador/a Intercultural?
3. ¿Qué es la Mediación Intercultural?
4. 5 características de la Mediación Intercultural
5. 4 competencias profesionales para ser un/a buen/a Mediador/a Intercultural
6. ¿Qué necesitas para trabajar de Mediador/a Intercultural?
La relación entre Cultura y Mediación
Si por algo se puede caracterizar la época que estamos viviendo es por la globalidad y la multiculturalidad, dos realidades fuertemente relacionadas. Como sabes, los movimientos migratorios son un fenómeno constante que han ido dando forma a las sociedades en las que vivimos. Muchas personas deciden emigrar a otros países en pos de mejorar su calidad de vida.
Diversos grupos socio-culturales minoritarios comparten el mismo espacio social que el grupo mayoritario cuyo código cultural es predominante, originando que los grupos minoritarios reclamen su derecho a la diferencia y a las particularidades culturales. Y así es cómo se conforma el horizonte actual: un escenario diverso, una confluencia de culturas que se interrelacionan e influyen las unas en las otras.
¿Qué puedes aportar siendo Mediador/a Intercultural?
Es en esta convergencia de normas, valores, creencias y pautas diferentes en las que estamos inmersas, donde el papel del Mediador/a Intercultural cobra especial relevancia, la convivencia entre culturas debe plantearse bajo conductas de tolerancia y respeto hacia la diversidad, y el enriquecimiento cultural debe verse como una oportunidad.
La persona Mediadora Intercultural es aquella encargada de impulsar una relación positiva y de crecimiento mutuo dentro de la interculturalidad, favoreciendo la comunicación y prevención de conflictos.
¿Qué es la Mediación Intercultural?
La Mediación Intercultural es un recurso para la resolución de conflictos que surgen en situaciones de interacción social condicionadas bajo rasgos multiculturales que afectan a esa interacción.
La manera de llegar a un acuerdo ha de ser, antes de nada, voluntaria: Las personas protagonistas del conflicto deben mostrar interés en buscar una solución. Esta solución, viene a través de una persona ajena e imparcial que promueve el acercamiento de las personas enfrentadas.
5 características de la Mediación Intercultural
1. Apoyo a las partes implicadas en el conflicto
Es necesaria la conformidad de las partes implicadas en el conflicto. Ambas tienen que admitir que necesitan este apoyo externo para resolver sus diferencias. Así que, por un lado, deben aceptar que existe un problema y, por el otro, que necesitan ayuda externa para solucionarlo.
2. Neutralidad
Esto quiere decir que la persona que ejerce la Mediación no puede posicionarse con ninguna de las culturas en conflicto, aunque tenga clara su postura en el asunto. Debe permanecer imparcial.
3. Co-protagonismo
Ambas partes tienen el deber de participar y expresar su punto de vista, aunque la cultura que representen sea minoritaria en el contexto en el que se produce el conflicto. Es por ello que una de las funciones fundamentales de la persona mediadora será la de animar a que todas las partes implicadas se mantengan activas durante la intervención. De este modo, se evitará que una parte quede infrarrepresentada o que no se atienda a sus circunstancias.
4. Nadie gana – Nadie pierde
O lo que es lo mismo, todos y todas ganamos. En marketing se conoce como “win-win” y, como ya sabes, tiene el significado de “ganar-ganar”. Aquí, lejos del marketing empresarial y de los objetivos que busca, ya que estamos trabajando con personas, la esencia es prácticamente la misma, pues lo que se pretende es que todas las partes salgan beneficiadas, cambiando consumidores o empresas por personas o grupos de personas, y lo “monetario” por convivencia en comunidad.
El lograr un acuerdo y cierto entendimiento ya es de por sí un triunfo para todas las partes. Eso sí, en la negociación es probable que ambas partes tengan que ceder para alcanzar un acuerdo.
5. Legalizar
Tiene que ver con abrir espacios de expresión en la comunidad a todas las realidades culturales existentes, así como favorecer el intercambio cultural en el que pueden establecerse lazos de participación conjunta que favorezca la convivencia.
4 competencias profesionales para ser un/a buen/a Mediador/a Intercultural
1. Procura que todas las partes sean capaces de entender la postura contraria.
Se trabaja desde la empatía al ponerse en el lugar de los demás, pero no siempre es sencillo empatizar cuando no se conocen las circunstancias que rodean a la vida de otras personas. Por ello, es necesario un primer acercamiento en el que se escuchen los argumentos, no solo propios, sino de la parte enfrentada para que, aunque no se compartan, se puedan llegar a entender.
2. Fomenta la comunicación asertiva.
Enlazando con el punto anterior, para que surja un diálogo fluido basado en el respeto mutuo, es necesario poner en práctica la comunicación asertiva. Con este tipo de comunicación, lo que hacemos es poder expresar las opiniones, sentimientos o pensamientos propios, sin limitar y respetando las de los demás.
3. Busca la aceptación de otras maneras de pensar o actuar, aunque sean contrarias a la suya.
Con el acto de aceptación, se produce una apertura para considerar otras circunstancias a través de una flexibilización a nivel psicológico que nos permite adaptarnos a la realidad que nos rodea. Con esta técnica, la persona que asume que hay situaciones con posibilidad de cambio y otras que no lo son, por lo que se abren otras alternativas impensables en un principio.
4. Busca soluciones basadas en la igualdad y que beneficien a ambas partes.
Es necesario que tratemos de ser justos y buscar la igualdad, incluso optar por fórmulas que apuesten por la equidad, pero cada una de las partes implicadas ha de obtener un beneficio propio.
¿Qué necesitas para trabajar de Mediador/a Intercultural?
¿Quieres trabajar en el mismo ámbito profesional que Tsura? Para trabajar como Mediador/a Intercultural debes poseer cualquier titulación superior: Formación Profesional de Grado Superior o Titulación Universitaria. Además, necesitas especializarte a través de una formación acreditada, como el Curso Superior de Mediación Intercultural e Intervención Social con Personas Migrantes que ofertamos, por ejemplo, desde Talentia Formación.
Como ves, la profesión de Mediador/a Intercultural es tan desafiante como enriquecedora y es un perfil profesional cada vez más demandado por empresas y entidades del sector social, pues da respuesta a diferentes necesidades sociales actuales.
Deseamos que este artículo te haya despejado, un mínimo, las dudas sobre todo lo que puedes aportar siendo Mediador/a Intercultural y que hayamos sembrado la semilla de acercarte, aunque sea un poquito, a este emocionante mundo.
Además, en nuestra nueva sección Talentia Talks encontrarás una entrevista exclusiva a Seta Sheriff, Mediadora Intercultural Liberiana: Hablamos de Mediación Intercultural con Seta Sheriff
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